Degradación de la educación pública a niveles barbáricos
En diversos documentos de este 2022, los organismos del imperialismo (FMI, Banco Mundial, OCDE, UNESCO) definen a la situación de la educación mundial como de colapso absoluto. Esta descomposición abarca tanto a los países capitalistas semi-coloniales y atrasados como la Argentina, como a las principales potencias capitalistas.
Una causa central de esta debacle es que todos los países del planeta recortaron sus presupuestos para educación durante la pandemia (BM), y una de sus principales consecuencias resultante es que 1 de cada 5 jóvenes en el mundo no trabaja ni estudia.
Analfabetismo
En Estados Unidos, 43 millones de norteamericanos tienen dificultades para leer y escribir según informa el PIAAC (Programa para la Evaluación de las Competencias de Adultos en Inglés). En Italia, el 35 % de los escolares italianos no son capaces de entender un texto en su idioma, y en las regiones más pobres del país ese porcentaje asciende al 50% (Instituto Nacional para la Evaluación del Sistema de Educación y Evaluación Italiano). El 16% de los adultos son analfabetos funcionales en Gran Bretaña, y en Alemania 6 millones de personas atraviesan la misma situación.
En una cifra que esconde la verdadera magnitud del problema, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) informa que los analfabetos funcionales en el mundo superan los 700 millones.
Abandono escolar
El abandono escolar, que es un problema dominante en los países atrasados de todo el mundo, como los de América Latina y desde ya nuestro país, también avanzó en los países imperialistas, de la mano de la pauperización de las masas producto del incremento del desempleo y la reducción de los salarios.
El 39% de los italianos no completó los estudios secundarios, el 10 % de los jóvenes entre 16 y 24 años son “ni-ni”, alrededor de 692 mil jóvenes. En España esa cifra alcanza a casi el 20% (910 mil), sólo superado por Grecia, pero en un contexto similar para Francia, Alemania o Países Bajos. La media del abandono escolar en la Unión Europea se situó en el 13,3 %, según el panorama post pandemia de la OCDE.
En Estados Unidos y Japón, el problema también es grave. En USA, con la tasa más alta de escolaridad secundaria del planeta, casi 10 millones de la población económicamente activa no terminó el secundario, en tanto que en Japón, por diferentes motivos, casi 440 mil están fuera de la escuela (Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología de Japón).
Este cuadro de las principales potencias se agudiza en los países capitalistas atrasados. El 70 % de les niñez del planeta de 10 años no pueden leer y comprender un texto simple (Banco Mundial).
Faltan millones de docentes
A la reducción del presupuesto y a la pauperización de la comunidad educativa se le suma, no podía de ser de otra manera, el ajuste contra los docentes.
Según la UNESCO “hay una crisis por faltante de docentes en todo el mundo”, lo que puso en riesgo el comienzo del ciclo lectivo en innumerables países. En Estados Unidos, 6 de cada 10 escuelas no pudieron completar su plantilla de cargos por ausencia de personal calificado, y 9 de cada 10 por el desgaste profesional, particularmente por lo sufrido en la actividad docente durante la pandemia. En Alemania el faltante fue de 40 mil, el más alto de las últimas décadas, mientras en Gran Bretaña, el 44% de los docentes planea renunciar en el plazo de dos años (The Guardian).
El fenómeno es extensivo en todos los países, lo que llevó a que la UNESCO declarara que “la escasez de personal docente en todo el mundo está alcanzando proporciones épicas”.
En Argentina, mientras tanto, aprovechando la pandemia, el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kichner y los gobernadores, despidieron cerca de 100 mil trabajadoras/es de la educación, en un hecho inédito en nuestro país. Sólo el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, echó a 30 mil docentes precarios en agosto de este año, con la completa complicidad de la burocracia sindical de Ctera-Suteba. En el caso de Argentina, el panorama se completa con salarios por debajo de la línea de la pobreza y destrucción del Estatuto del Docente, avanzando en una precarización laboral creciente.
El FMI pretende trasladar la responsabilidad de su fracaso a la educación
Un informe del FMI de junio de 2022 señala que por las dificultades de la educación, dos terceras partes de los jóvenes del mundo no alcanzan las capacidades requeridas para desenvolver la producción.
Esta afirmación es absolutamente falsa. La realidad es que para las necesidades cada vez más elementales de formación que exigen los capitalistas para sus empresas, les jóvenes están sobre-educados, y por lo tanto desempleados.
El capital se muerde su cola, y avanza en un proceso mayor de desguace educativo. Para el FMI hay que insistir en las políticas educativas “que desarrollan sistemas eficaces de rendición de cuentas, promueven la elección, priorizan la calidad de los profesores y ofrecen recompensas directas por el buen desempeño y que están respaldadas por la evidencia” (FMI, ídem).
Van por más y más reformas anti-educativas, por más ajuste en educación.
En la Argentina, el agente educativo del BM y del FMI es el peronismo, que hoy avanza en una mayor degradación de la escuela secundaria y en la integración de la escuela con la empresa, con la colaboración de la dirección celeste-violeta de Ctera.
Como en el resto del mundo, la docencia argentina viene enfrentando con su lucha, sus huelgas y sus rebeliones esta destrucción de la escuela pública, en una batalla que debe colocar por delante, además, la necesidad de terminar con los gobiernos de ajuste que han hundido en la pobreza a la clase obrera argentina.
Capitalismo y educación, son incompatibles. Acabemos con el capitalismo.
Daniel Sierra