La dirección de Ctera, encabezada por Sonia Alesso y Roberto Baradel, firmó un aumento salarial que pretende impactar con el porcentaje (114%) a febrero y en tres cuotas, pero que su monto real es una nueva decepción. El nuevo salario inicial de pobreza para el cargo de maestra/o de grado, recién alcanza en febrero a los $ 90 mil, cuando la canasta de pobreza a noviembre es de $140 mil, 50 mil pesos menos.
Este monto miserable afecta a una enorme porción de docentes del país, especialmente de las provincias del interior, que cobran sin agregados esa cifra durante un amplio período de su carrera.
Esta entrega se firmó seis días después de que en el Congreso Ordinario de Suteba, el 25 de noviembre, Baradel señalara que en el 2023 se pondrían el objetivo de que ningún docente quede por debajo de la línea de pobreza. El reconocimiento del empobrecimiento de la docencia, sin embargo, abrió paso a una mentira de patas cortas, porque gracias a una paritaria bochornosa firmada por la dirección de Ctera con el ministro de educación de Macri, Esteban Bulrich, el inicial docente quedó establecido en no menos de un 20 % más del salario mínimo vital y móvil. Hace apenas unos días, Hugo Yasky –junto a toda la burocracia sindical de la CGT- aceptó en el reciente consejo del salario que el sueldo mínimo sea de $69.500 a enero 2023. Peso más, peso menos, lo que anunció con bombos y platillos la Ctera.
Antesala de una próxima reducción salarial
Lo firmado por Baradel es un nuevo golpe de fin de año, que constituirá la base para la paritaria del 2023, cuando a principio del mes de enero se vuelvan a sentar el ministro Jaime Percyk y la burocracia de Ctera para sellar los salarios de pobreza de gran parte del año venidero.
Los salarios docentes y del conjunto de las y los trabajadores no dejan de bajar sin pausa desde el 2017. En los últimos 5 años se impuso una caída salarial de más del 22 %, sobre sueldos –en el caso de la docencia- de pobreza desde hace décadas.
2023, No Inicio y plan de lucha
Está planteado claramente que la defensa del salario correrá por cuenta de los sindicatos, seccionales y activistas multicolores de todo el país, que tienen el desafío de promover y organizar el No Inicio 2023, para comenzar un plan de lucha que derrote al ajuste conjunto del gobierno peronista del FMI y las burocracias sindicales que lo sostienen, desde los sindicatos antiburocráticos y las auto-convocatorias docentes que debemos impulsar en todo el país.
Es el camino de la marea blanca de los médicos residentes y concurrentes de CABA que quebraron al gobierno de Larreta, imponiendo el salario inicial de 200 mil pesos.