El ajuste sobre la educación pública y el ataque a las condiciones salariales y laborales de las y los trabajadores de la educación dominó la gestión del gobierno de los Alberto-Cristina-Massa y de los gobernadores de todo signo político.
La degradación de la infraestructura escolar se profundizó a pesar de venir de dos años con las escuelas cerradas, toda la docencia nacional sufre salarios por debajo de la pobreza, y el avance contra los Estatutos del Docente impusieron una reforma laboral mediante la precarización creciente con la proliferación de “Programas Socioeducativos” devaluados, con docentes contratados a término.
La burocracia sindical de Ctera es un pilar esencial para sostener esta ofensiva, y es la promotora de firmar con los gobiernos nacional y provinciales un Nuevo Convenio Colectivo Docente, que barra los derechos adquiridos en los Estatutos del Docente y convalide la precarización de los Fines, ATR, Forte y demás sistemas precarios de acceso laboral.
Esta avanzada antiobrera incluye la implementación de la quinta hora en primaria, que ha generado una reacción a escala nacional en su contra.
La utilización de la educación como una de las principales variables de reducción del gasto público para sumar fondos que garanticen el pago de la deuda externa y los condicionamientos del FMI se materializó también en el ataque a la Educación Superior introduciendo la devaluación de las currículas de los profesorados, el “enflacamiento” de los contenidos de la Educación Secundaria, promovido por el Ministro de Educación nacional Jaime Percyk y por Alberto Sileoni, Ministro de Educación del gobernador Axel Kicillof.
En el congreso nacional, esta ofensiva contra la educación finalmente y sin completar los ataques, se corporizó en un ajuste directo, liso y llano, con la reducción de 50 mil millones de pesos en las partidas previstas para educación en el 2022, y una reducción en términos reales del presupuesto educativo 2023.
El “hay 2023” que otra vez vuelve a menear la burocracia de Ctera, es un 2023 de tijeretazo contra la educación pública, que no alcanzó a disimular con la maniobra de último momento de Hugo Yasky de introducir en el presupuesto una cláusula que coloca el piso del gasto educativo en el 1.5 % del PBI. El carácter de la maniobra fue alertado por Romina Del Plá, al reclamar que se aclare de dónde iban a provenir los fondos, ya que el presupuesto y la asignación de recursos estaba votado.
Distinta es la actitud del gobierno cuando se trata de las patronales y el FMI. Sólo “… las empresas Ledesma, Aluar, Molinos Río de la Plata y Arcor tienen una facturación promedio en sus últimos ejercicios presentados en 2022 que se ubica 18,5% arriba de los ejercicios anteriores, medida en dólares”, marca el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), según el Cronista (28.11.2022). Al FMI, el gobierno le pagó durante lo que va del año 2500 millones de dólares.
Paros provinciales durante todo el año
Este ajuste y la entrega de la burocracia sindical de Ctera fue enfrentado por la docencia de todo el país con paros “arrancados” a Sonia Alesso con las grandes huelgas impulsadas desde los sectores antiburocráticos de Amsafé-Santa Fe, especialmente Amsafé-Rosario, por paros autoconvocados en La Rioja y San Juan, por los paros de Atén-Neuquén impuestos por las seccionales multicolores, por los paros de la docencia de CABA contra los ataques del gobierno de Larreta-Soledad Acuña encabezados por Ademys, el vigoroso plan de lucha de los docentes de ADOSAC-Santa Cruz, y en la segunda parte del año, por los masivos paros provinciales del 80 % de acatamiento convocados en Buenos Aires por las seccionales de los Sutebas y de la Lista Multicolor, que conmocionaron al gobernador Kicillof y a la burocracia de Roberto Baradel. Los docentes bonaerenses, convocados por los Sutebas combativos y por la Lista Multicolor terminarán el año movilizados, ante la parálisis de la dirección celeste que, en el congreso provincial de Suteba realizado el 25 de noviembre, plantearon que su “política gremial” era apoyar el 2023 al peronismo gobernante, con el ministro ajustador Massa a la cabeza.
En 2023, se profundiza el ajuste y se profundizará la lucha
El guadañazo en educación del presupuesto anti-popular de Cristina y Massa habilitó el traslado de ese recorte en todos los presupuestos provinciales, empezando porque establece la inflación para 2023 en un 60%, cuando terminamos el año con una realidad de más del 100 %.
Desde el vamos, todos los presupuestos educativos provinciales se “actualizan” nominalmente con un recorte del 40%, y en algunas provincias todavía por menos, como es el presupuesto de Mendoza, que lo sube en un 50% para todo el 2023. En CABA, Larreta mantiene el gasto educativo en torno al 20% del presupuesto, mientras en el 2011 ocupaba el 28% del total del mismo, y una docente con un cargo con 12 años de antigüedad cobra $95.000. Lo propio vale para la provincia de Buenos Aires.
La política de la burocracia yaskysta va en el mismo carril. Lo demuestra que en la reciente reunión del Consejo del Salario, donde se establece el salario mínimo, la CTA de Yasky y Baradel firmó un incremento en cuatro cuotas que lleva el salario mínimo recién en marzo 2023 a los 69 mil pesos, menos de la mitad de la canasta de pobreza a noviembre.
Esta agudización del ajuste, con tarifazos, aumento de precios (los irónicamente denominados “Precios Justos” largaron un 40 % arriba de los fenecidos Precios Cuidados que reemplazaron), el vaciamiento de la educación pública en todos los niveles, la precarización laboral, el intento de avanzar con la quinta hora, planteará la profundización de las luchas docentes en todas las provincias.
Desde Tribuna Docente promovemos convocatorias que coloquen la organización de un plan de lucha en manos de la docencia que ha salido a enfrentar el ajuste en educación, repudiamos la integración completa al gobierno de la dirección celeste-violeta de Ctera e impulsamos el No Inicio de clases para 2023, en defensa de la educación pública y las justas reivindicaciones de la docencia de todo el país. Son los ejes que tendrá la convocatoria al XIV° Congreso Nacional de Tribuna Docente que sesionará el 25 y 26 de febrero de 2023 en la Ciudad de Buenos Aires.