Los últimos meses estuvieron atravesados por la fuerza de la docencia porteña en lucha, con paros masivos e importantes movilizaciones que desde Ademys fueron impulsados y resueltos en Asambleas Abiertas a todes les docentes, superando la parálisis y la división del gremio que intenta imponer la dirección celeste de UTE-CTERA.
Frente a cada agresión del gobierno de Rodríguez Larreta y la Ministra de Educación Soledad Acuña, la respuesta docente se hizo sentir con una gran adhesión a las medidas de fuerza, incluso en sectores del gremio -como el nivel inicial- de difícil llegada, y una enorme marcha educativa a Jefatura de Gobierno el 5 de octubre, junto a estudiantes y familias.
El rol jugado por Ademys, en tanto sindicato combativo y referencia de lucha, cobró una trascendencia importante de cara a sectores amplios de la base docente, dando una nueva dimensión a la llegada del sindicato, sus resoluciones y medidas de lucha.
Tenemos por delante la tarea de convertir esa referencia sindical en instancias organizativas de las escuelas y los distritos, reactivando el funcionamiento interno del sindicato para que la docencia sea la protagonista de la nueva etapa.
El desafío es unificar a toda la docencia, estudiantes y familias, para intervenir de forma común contra los planes de los gobiernos anti educativos.
Panorama educativo de CABA
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha tomado a la educación como eje de campaña y ha hecho de los ataques a la docencia una orientación política, en el marco del ajuste fondomonetarista impuesto por el gobierno nacional. El ajuste al salario y las reformas de las condiciones laborales y educativas con pérdida de derechos se ha acentuado durante la pandemia y el último año.
Hace seis años una docente de jornada simple podía cubrir casi el 90% de la canasta básica total (línea de pobreza) de CABA con su salario. En la actualidad, Incluso con las nuevas cuotas otorgadas tan solo cubrirá el 70%. El reclamo salarial que estalló este año primero en las provincias, está también de fondo en la Ciudad de Buenos Aires, al momento de comprender la pauperización del trabajo docente que lleva a las calles a la docencia.
La docencia porteña está tomando en sus manos la lucha por el salario que está animando a sectores del movimiento obrero a cuestionar el ajuste del gobierno y el FMI, como lo vimos recientemente con la extraordinaria lucha del Sutna o los residentes y concurrente de salud.
La reforma del Estatuto y, de nuevo, el salario
La reforma del Estatuto del Docente de este año incluyó la creación de nuevos cargos que no atienden a reclamos de las escuelas, modificando en algunos casos cómo se ingresa y se asciende en la carrera docente. Sin dudas, esta reforma deja un precedente negativo para futuras modificaciones en relación a la conformación del salario según formación, puntaje, capacitación, cargo, en lo que se llama “salario por mérito”.
Tal como lo denunció Tribuna Docente en sendos materiales que organizaron el rechazo a esta reforma, la modificación del Estatuto se trató de una reforma laboral encubierta impulsada por el macrismo, para flexibilizar aún más las condiciones de trabajo. Reforma que fue tildada por la dirección celeste de UTE-Ctera tan solo como “inconsulta”.
La docencia paró masivamente el día 12 de mayo cuando se votó en la Legislatura, represión mediante, por comprender que se trataba justamente de una reforma de fondo, además de reclamar las titularizaciones de docentes interinos sin derecho a concurso postergadas hace años. El paro fue construido por la docencia combativa que se referencia en la conducción Multicolor de Ademys, y significó un pronunciamiento contundente de rechazo de la docencia, desautorizando a la Ministra Acuña que intentaba instalar la idea de una reforma consensuada que mejoraba la carrera docente.
La Ministra desató una nueva campaña contra la docencia anunciando la suspensión de las Jornadas Institucionales y de capacitación en servicio, imponiendo que la docencia concurra los días sábados para “no perder días de clase”. Pero se tuvo que mandar a guardar los anuncios porque la docencia realizó medidas de fuerza contundentes y, por el momento el gobierno no pudo concretar esta extensión de la jornada laboral de forma obligatoria, en una gran demostración de fuerza en la que nuevamente Ademys Multicolor tuvo un rol de vanguardia, lanzando las acciones para enfrentarlas, a las que luego se sumaron UTE-Ctera y otros sindicatos menores.
El estudiantazo
A la lucha educativa por condiciones de trabajo y de enseñanza, también se sumaron este año las y los estudiantes de nivel medio que vienen reclamando contra las pasantías truchas aplicadas de forma obligatoria en el 5to año, en el marco de la secundaria 2030 firmada en el Consejo Federal de Educación, junto a una serie de reclamos de alimentación y edificios en condiciones, que ocuparon más de 20 escuelas.
Si bien la respuesta represiva del gobierno no se hizo esperar, enviando la policía a las escuelas y persiguiendo judicialmente a las familias de los estudiantes en lucha, el proceso puso de manifiesto que si no fuera por la lucha de las y los pibes el gobierno no les arreglaría ni las escuelas, además de colocar en la agenda pública la gran estafa de las prácticas “educativas en el mundo del trabajo”.
Tribuna Docente es parte activa de este proceso y convoca a toda la docencia a sumarse a la lucha, desde un campo independiente del gobierno del FMI y de la oposición macrista, a defender la educación y a la docencia. Basta de maltrato a la educación. Fuera Acuña.
Amanda Martín, Secretaria Adjunta (electa) de Ademys