La educación pública está completamente destruida.
Ha sido devaluada, ajustada y colapsada sin miramientos desde hace
décadas.
Hoy, la escuela pública es víctima del escarnio promovido, paradógica y
especialmente, por los responsables del deterioro educativo, los políticos
patronales que nos han gobernado en los últimos 40 años.
Como con los trenes de la década del ’90 que, producto del abandono
completo de parte del estado, luego fueron privatizados, el actual vaciamiento
de la escuela es la base para que hoy el candidato presidencial más votado, el
liber-facho Javier Milei, plantee la eliminación de la educación pública e incluso
el abandono de la obligatoriedad de la educación hasta los 18 años, y privatizar
la educación, con las escuelas voucher para aquellas familias que decidan
mantener la escolaridad de sus hijos. Propuestas similares ha presentado el
resto del bloque de derecha (Juntos por el Cambio, Bullrich), y el propio
gobierno de Alberto, Cristina Fernández y Sergio Massa, que profundiza el
ajuste educativo reduciendo el presupuesto en función cumplir su pacto
inamovible con el FMI.
Peronistas, radicales y macristas implosionaron la educación
La educación tiene tres pilares: Las y los alumnos, las y los docentes y la
infraestructura escolar. Los gobiernos ajustadores los han atacado
sistemáticamente.
Los chicos
En la década de 1980, la pobreza era del 20% de la población (Centro de
Población, Empleo y Desarrollo de la Universidad de Buenos Aires, CEPED-
UBA). Una barbaridad. Pero cuarenta años después, los gobiernos ajustadores
que se sucedieron desde entonces la duplicaron.
Para la población de menores hasta 18 años, ello significa que hoy existen más
de 14 millones que son pobres. De ellos, sólo 10 millones reciben la Asignación
Universal por Hijo (AUH), con lo que casi la mitad carece de toda cobertura
social. De esta población con necesidades básicas insatisfechas, sólo 4
millones perciben la Tarjeta alimentar (hasta los 14 años). Esto establece un
porcentaje según el cual el 56% de los niñes y adolescentes está por debajo de
la línea de pobreza, pero si tomamos la provincia de Buenos Ares, la
jurisdicción educativa más numerosa, la pobreza infantil trepa al 64%
(Encuesta Permanente de Hogares del Indec).
Cuando se implementó la AUH, en el 2006, cubría el 80% de las necesidades
básicas de un niñe/adolescente. Hoy, apenas el 26% que, con una inflación
que alcanza el 114% interanual a julio, se desvaloriza día a día.
Con hambre, ¿se puede aprender?
Las y los docentes:
De una punta a la otra del país, los salarios docentes están también por debajo
de la línea de pobreza. A valores de hoy, en la provincia de Buenos Aires, sin
antigüedad, un maestro de grado gana $220 mil. Para cubrir las necesidades
propias y de sus familias, deben sobrecargarse de cargos.
La infraestructura escolar:
En Argentina, casi el 40% de las escuelas carece de agua potable, en 12
provincias carecen de calefacción más del 60% de las escuelas –y las que
tienen no funcionan o funcionan mal. Sólo el 37% de las escuelas del país
tienen sala de internet y más del 40% de las instituciones carece de bibliotecas.
No se construyen escuelas, sólo en Buenos Aires 16 mil instituciones funcionan
en 10.600 edificios. Son las escuelas de los “bancos calientes”.
El vaciamiento educativo es obsceno, y se completa con una deuda de 26 mil
millones de dólares por el incumplimiento durante décadas del 6% del PBI que
debería ser destinado al presupuesto educativo.
Por la educación que nos merecemos
Ni las familias, ni las y los docentes, ni los alumnos, aceptamos este deterioro
de la educación pública, deterioro del que no somos responsables.
En una encuesta realizada por la Universidad de Buenos Aires en abril pasado,
el 68% de la población respondió que la educación estaba peor que hace 30
años y la calificó con un puntaje de 5.44 de promedio. Pero diferenció
perfectamente el deterioro general del que son responsables los gobiernos
ajustadores, y cuando le preguntaron cómo era la educación en la escuela de
sus hijos la población la califica con un promedio de 7,54 puntos.
Este ataque a la educación pública no hubiera sido posible sin la colaboración y
complicidad de la burocracia sindical docente, especialmente de Ctera, y de los
Baradel y cía.
Apuntemos la bronca contra los responsables, contra los verdugos de la
educación, y no contra los que somos víctimas del atropello a la escuela: Los
chicos, las familias y las y los docentes.
A la educación se la defiende luchando por ella
Llamamos a la comunidad educativa y a las y los docentes a defender la
escuela pública contra el ajuste antieducativo de Massa-Alberto-Cristina, y los
atropellos de Milei y Bullrich.
Luchar para dotarla de recursos y de calidad educativa, triplicando el
presupuesto, para construir todas las escuelas necesarias, cubrir becas para
satisfacer las necesidades básicas de toda la matrícula sin distinción, y salarios
que cubran la canasta familiar para la docencia y el conjunto de los
trabajadores argentinos.
Este es el programa de la Jornada Nacional de Lucha convocada por sindicatos
provinciales, seccionales y agrupaciones docentes combativas de todo el país,
para el miércoles 6 de septiembre. Con paros y movilizaciones que recorrerán
el territorio, llevaremos los reclamos frente al Ministerio de Educación, en un
acto a las 12 hs. Un plan de lucha para darle continuidad.