El gobernador Torres inauguró las clases de período especial (ámbito rural) el 27 de enero en la Escuela N° 60 de Ranquil Huao – en el departamento de Cushamen- con declaraciones estratégicas para manipular la opinión pública y revalidar su posición: “Somos la primera provincia en empezar… En estos dos años vamos a estar cumpliendo el récord de días de clase, con el compromiso de llegar a los 190 días en este año” (Canal12).
Las declaraciones colocan a Torres simulando un interés en la educación, que en lo que va de su gestión se representa en ataques permanentes a los docentes. Uno de los tantos ataques ha sido la “Ley de Profesionalidad”, que se implementó hace un año para aleccionar a la docencia y como una forma de atacar el régimen de licencias.
El cierre del 2024 dejó pendientes: salarios de noviembre y diciembre sin pagar (que ya entraron en Programática, a la espera de ser pagos cuando el gobierno disponga), la última paritaria salarial hace cuatro meses –cuando ya estaba el compromiso de una paritaria salarial en enero- y malas liquidaciones en el aguinaldo.
Cantidad, calidad y estadística
La impostura de Torres al pretender cumplir los 190 días de clase tiene como herramienta el extorsivo presentismo encubierto.
Con salarios que están por debajo de la línea de pobreza – el básico testigo apenas supera los $250.000, los descuentazos –sin devolución- por adherir a una medida de fuerza ponen a la docencia en jaque.
Sin embargo, el principal problema que ha garantizado los constantes ataques de Torres ha sido la falta de un plan de lucha sostenido en el tiempo. El Congreso Extraordinario de ATECH (https://prensaobrera.com/sindicales/chubut-plan-de-lucha-progresivo-hasta-derrotar-el-ajuste-de-torres), ¡recién convocado en septiembre!- logró sacar adelante por primera vez en el año, un plan de lucha progresivo de tres semanas. No se volvió a convocar a otro congreso para dar continuidad a las medidas o al menos debatirlas. La fuerza de las bases se desgranó, ya que no hubo una orientación clara, salvo liquidar el plan de lucha a la fuerza.
Cabe recordar que Torres, después de seis años consecutivos de paros con Arcioni, logró la foto del primer día de clases en 2024, aún con los ataques del gobierno de Milei al FONID y los múltiples ataques a los programas socioeducativos, los salarios de pobreza y la ley extorsiva.
Es decir, en un momento clave de organización de las bases, ATECh cuando tuvo tres regionales con mandato de paro y tres que no, la Junta Ejecutiva Lila decidió declinar el paro, mover la balanza para Torres, y garantizar el inicio de las clases. ¡Un verdadero escándalo de entrega!
En 2025 “Nacho” pretende seguir la misma fórmula: el incremento de los días de clase, sin paritarias salariales, pero tampoco habiendo asignado un presupuesto 2025 para Educación (cuando lo único que se ve en las escuelas es la falta de condiciones). Inclusive peor: los últimos aumentos en los descuentos de aportes de obra social –votados por la legislatura mayoritaria y con la votación negativa por la banca del PO- FITU- llevaron a un incremento de 7% de aportes, sin paritaria salarial al básico testigo (sólo en el ítem antigüedad, un elemento que reduce la brecha salarial pero que en efecto no mueve al básico). Una rebaja salarial de hecho, con la falsa justificación del déficit de la caja –que solo evidencia una consecuencia: los míseros salarios, hacen míseros aportes. La lucha contra estos aumentos en agosto y diciembre, fue una de las luchas unificadas de los estatales en toda la provincia, con una fuerte impronta de los trabajadores pasivos.
La salida: un plan de lucha votado con mandato de bases
Urge que ATECh llame a un no inicio, como respuesta a los ataques de Torres. Es necesario que haya una discusión YA entre la docencia de base, un llamado a un Plenario Provincial de Delegados con mandato para poder votar un plan de lucha y actualizar el pliego de reclamos. La docencia no puede seguir cobrando un mínimo de $500.000 de bolsillo (para quien inicia), cuando la canasta básica patagónica supera el millón y medio de pesos. ¡Ningún docente bajo la línea de la pobreza!