La embestida contra la ESI por parte de Javier Milei como eje de la “batalla cultural” se ha revelado con presupuesto CERO para su implementación en el 2025, en el marco de un ajuste brutal al presupuesto educativo. Esta avanzada de la motosierra y licuadora, que se monta sobre una política vaciadora de los gobiernos anteriores, es a caballo de múltiples ataques como a la línea 144, a la ley Micaela, a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la implementación de la educación emocional y el cierre del plan ENIA.
Como parte de la lucha de Tribuna Docente en defensa de la ESI y del presupuesto educativo, entrevistamos a Pía y Nahuel, dos de los treinta trabajadores del Plan ENIA de La Rioja, despedidos por el gobierno nacional.
– ¿Qué era el plan ENIA?
Pía: -El Plan Nacional de Prevención del Embarazo no intencional en la adolescencia (ENIA) fue una política pública integral e intersectorial, que se implementó en 12 provincias de nuestro país, desde el año 2017 hasta marzo 2024. El plan estaba compuesto por los Ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social de la Nación, y para su implementación contaba con 4 dispositivos, cuyas intervenciones abarcaban las escuelas secundarias, los centros de salud y los espacios comunitarios. Si bien el objetivo principal era la disminución del embarazo no intencional adolescente; también se buscaba garantizar el acceso a métodos anticonceptivos, promover los derechos sexuales y reproductivos y prevenir el abuso sexual y otras vulneraciones de derechos. Es importante destacar que las estadísticas demuestran la efectividad del plan, durante su implementación se logró reducir en un 50% la tasa de embarazo adolescente.
Nahuel: – Este plan se hacia en conjunto con el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en el que se trabaja para ver cuáles eran las problemáticas que había en cada país para intentar reducirlo. Se llegó a la conclusión de trabajar a través de distintos ejes que no sea solamente brindar clases de educación sexual en los colegios. El plan accionaba desde esa parte, es decir se trabajaba con cuatro dispositivos diferentes: en salud con consejerías es salud sexual reproductiva; luego se trabajó con dos dispositivos más dentro de los colegios. Uno era el dispositivo que buscaba capacitar a los docentes, favorecer las planificaciones en contenidos de ESI para todo el año en colegios secundarios, facilitar el material que ya estaba disponible para educación, bajarlo a través de una línea, de una planificación. Otro dispositivo de asesorías en salud integral era una especie de consultorio o espacio seguro en los cuales los adolescentes accedían dentro de las escuelas con una asesora , lo que hacía era escuchar las problemáticas del adolescente y ser nexo con el sistema de salud. El último dispositivo era el de base comunitaria, en el cual trabajaba yo, se trataba de que los tres dispositivos anteriores se llevaban adelante en la comunidad, a través de dar capacitaciones, talleres, tanto con referentes comunitarios, como con familias, niños, adolescentes.-
– ¿Qué repercusiones tuvo el cierre del plan en las escuelas?
Pía: -El cierre del plan ENIA impactó directamente en la garantía de derechos de las adolescencias, principalmente en cuanto a la llegada de la información y al acceso a métodos anticonceptivos y al sistema de salud en general. Se perdieron valiosos espacios de escucha, contención y orientación en las escuelas. Y por otra parte, se perdieron los espacios de capacitaciones y acompañamiento a docentes, como así también los materiales y recursos para el abordaje de la ESI, lo que en muchas escuelas significa la discontinuidad de su implementación. Todo esto sin dudas impactará negativamente en la reducción de fecundidad adolescente que se había alcanzado con el plan.
Nahuel: – Se perdió mucho la información ya que realizábamos informes mensuales y trimestrales desde el Plan ENIA y que eran subidos a la página web oficial, pero que nosotros aún tenemos guardado. Al no estar este dispositivo no se facilita al docente la planificación de los contenidos. Brindar ESI actualmente está un poco supeditado a si se quiere se lo hace y si no se quiere no se hace; o si se lo hace no se está seguro de una correcta bajada. Ya tenemos información de que se dictan contenidos erróneos. Y también los adolescentes han perdido un espacio de escucha y confidencialidad. Por dar un ejemplo, en una escuela de los distritos de Chilecito con alumnos de primer y segundo año, luego de una charla, cuarenta alumnos se acercaron a pedir algún tipo de asesoramiento, de los cuales tres eran de situaciones de vulneración de derechos y dos de estos eran de abusos intrafamiliar. Hoy, no tengo un dato certero de lo que está pasando, sí tengo mis teorías y mis temores.
– ¿Cómo te parece que debe continuar la lucha por la ESI en las escuelas de Argentina?
Pía: Pienso que es fundamental comprender y asumir el compromiso de les docentes y equipos de gestión educativa en pos de la efectivización de la ESI. Recordemos que en nuestro país la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral está vigente desde el año 2006 y establece la obligatoriedad de su enseñanza, sin embargo cuando comenzamos el recorrido con el plan ENIA nos encontramos con escuelas que no estaban garantizando su implementación. ENIA permitió monitorear y en muchos casos regularizar aquellas situaciones irregulares al menos en las escuelas bajo plan. Se capacitaron más de 11.000 docentes y se brindaron materiales para que cada escuela cuente con recursos para trabajar la ESI. Además de brindar asesoramiento a los equipos de gestión sobre protocolos en casos de vulneraciones de derechos. Como educadores debemos garantizar el cumplimiento de los derechos de las infancias y las adolescencias, y formarlos de manera integral para la vida, brindándoles información que les permita tomar decisiones libres y autónomas.
Nahuel: – Es muy complicado, porque la lucha por un correcto dictado de la ESI se tiene que dar un trabajo en conjunto con los distintos roles que hay en una comunidad: escuelas, trabajadores de la salud, como la misma comunidad. Un temor mío es que si el reclamo depende solo desde las escuelas es complicado porque, de las varias experiencias que he tenido, me han tocado docentes o autoridades dentro de los colegios que eran objetores de la ESI. Hay una cantidad importante de objetores, no solo dentro de los mismos colegios, sino en las instituciones de la salud. Hubo enfermeros o médicos que recibieron sanciones por poner barreras en el acceso a métodos anticonceptivos o a la interrupción del embarazo. Es una lucha que hay que dar y que hay que dar desde distintos sectores. Hay que luchar por dar el mensaje correcto de lo que es la ESI, contra la reputación negativa de la ESI ya que se piensa que lo que se enseña es sobre relaciones “sexuales”, piensan que dar ESI en un jardín o en una escuela primaria es hablar de esto. La ESI es como cualquier otra asignatura dentro de las escuelas, en la que cada contenido se lo planifica de acuerdo a la edad y el año en la que se encuentra el alumno. Otro de los grandes discursos erróneos que hay es que “la ESI se debe dar en el hogar”. Esto no es así, ya que hay varios estudios que dicen que varios de los abusos que se da en menores, se da en el círculo intrafamiliar.