El martes 24 de septiembre el gobernador Rogelio Frigerio junto al Ministro de Hacienda y la Presidenta del CGE, anunciaron en conferencia de prensa el decreto mediante el que otra vez, ajustarían los salarios docente para los siguientes meses. Una imposición que asegura mantener los salarios en la pobreza, ya que se basa en ajustar por inflación salarios que hoy están en un 50% del valor de la canasta de pobreza (según INDEC $ 950.000).
Algo que la docencia en reiteradas asambleas, ya había rechazado.
Para que quede claro, lo que nos impone es que un docente que comienza a trabajar y hasta tener un 60% de antigüedad (más de la mitad de su carrera) cobrará en septiembre un salario de 493.496 pesos y con el 120 % de antigüedad cobrara 678.870 pesos.
Esto implica que toda la escala salarial se encuentre por debajo de la línea de pobreza que en agosto fue de $ 950.000.
Como vemos, la política salarial de Frigerio no solo achata el escalafón docente (ya que los docentes cobran lo mismo hasta tener el 60% de antigüedad), sino que nos sumerge definitivamente en la pobreza.
A esto se suma el planteo de abonar en cuotas remunerativas lo que nos debe del primer trimestre.
Toda la intervención de Frigerio, que es el que representa al Estado-patrón, estuvo centrada en justificar porqué tenemos que ser pobres. Y por supuesto, no exento de falsedades e hipocresía, cuando dijo que la provincia está en situación económica difícil y que no recibe fondos de Nación. Pero sus legisladores votaron la Ley Bases y bloquearon la Ley de Movilidad Jubilatoria que contenía un artículo para que Nación girara a Entre Ríos lo que le debe. Como ya dijimos, Frigerio lleva adelante el ajuste de Milei.
Como en toda crisis, hay alguien que gana y otro que pierde. Los capitalistas industriales, bancarios, agrarios, de la alimentación, de medicamentos, etc, están teniendo importantes ganancias, mientras la población se empobrece. Frigerio como su representante , les otorga beneficios impositivos, subsidios, préstamos, etc. Y paga puntual la deuda en dólares que tiene la provincia, que viene de gestiones anteriores. Nos quiere pasar la factura para que paguemos una crisis de la que no somos responsables.
Si como dijo, “le importa le educación de los alumnos”, esto se resuelve con mayor presupuesto para mantenimiento de las escuelas, con becas para todo aquel que la necesite, con docentes que no estén en la pobreza, con familias que tengan trabajo bien remunerado. Y no atacando el derecho de huelga, con descuentos por paro, ni implementando aprietes con declaraciones juradas para intentar dividir a un colectivo docente, que se planta con energía para defender la educación , sus salarios y sus derechos.
La docencia ha sido clara en sus reclamos “queremos un salario por arriba de la línea de pobreza”.