Habiendo impuesto la reforma BA Aprende sólo en 17 secundarias públicas y 16 privadas, el debilitado gobierno de Macri se está jugando a que en 2026 entre una tanda de colegios.
Lo cierto es que adentro de las escuelas la reforma no entusiasma a nadie y las noticias que llegan de las “pioneras” tampoco ayudan a venderla. Si de todas formas la reforma puede avanzar en algunas escuelas es por la presión de arriba y la idea de que esto es un hecho que no podemos modificar, que tarde o temprano se va a imponer y que entonces mejor temprano que tarde. Esta idea es falsa.
El macrismo que acaba de perder las elecciones y quedó en minoría en la Legislatura, no tiene las condiciones para asegurar la continuidad de una reforma legalmente endeble. Tengamos en cuenta que el orden para el ofrecimiento de cargos de Secundaria Aprende viola explícitamente el Estatuto al poner en primer lugar a quienes tienen más horas, en lugar de a quienes tienen mayor puntaje. Además de que la propuesta de laboratorios o espacios integrados electivos es un cambio no reglado del diseño curricular.
Por otro lado, la experiencia de las pioneras es un desastre anunciado. Empezaron las clases sin la menor idea de cómo organizar las aulas, las materias y la acreditación. Los recursos prometidos por el gobierno no existen y los docentes tienen que ir improvisando sobre la marcha (en los pasillos, porque se eliminaron las horas de planificación) cómo van a dar los contenidos de Historia, Geografía y Formación Ética en un “proyecto integrador”. Mientras tanto los supervisores controlan que en la aulas los estudiantes se sienten en grupo y que usen las notebook, así la foto se ve moderna… ¿y los aprendizajes? cosa del pasado.
¿Por qué los docentes tendríamos que inmolarnos en una reforma que en dos años puede ser declarada ilegal y revertida? ¿Por qué aceptaríamos que cientos de compañerxs pierdan sus puestos de trabajo o sean forzados a reubicarse en la otra punta de la ciudad para que algunos acumulen 72 horas, de las cuales 20 o más no cobran? ¿Por qué convalidaríamos una contrarreforma pedagógica que promete agudizar el vaciamiento de contenidos que viene sufriendo la escuela secundaria?
El Normal 4, el Liceo 2, los Comerciales 4 y 5, así como el año pasado lo hizo el Liceo 5, nos están respondiendo que no hay por qué. Es cuestión de organizarnos y decir que no. Si las conducciones deciden actuar como correa de trasmisión del Ministerio, mal por las conducciones, pero las escuelas no son empresas y ningún rector puede imponer la reforma contra la voluntad del cuerpo docente.
Secundaria Aprende no es un hecho natural e inevitable. Es una política de un gobierno en retirada que empobrece a la escuela y precariza a los docentes. Sólo tenemos que tomar conciencia de esto, impulsar la unidad docente en las escuelas, involucrar a nuestros estudiantes y sus familias y la reforma SE CAE.