El ministro de Educación bonaerense, Alberto Sileoni, anunció la modificación del régimen académico de la educación secundaria en la provincia, sin conocimiento previo de parte de la docencia ni de la comunidad educativa. Las jornadas que comenzarían este viernes 5 de Julio, solamente tienen carácter de informativas y de avanzar en su implementación en algunos anexos de forma inmediata y el cambio de régimen de su conjunto en 2025.
La iniciativa de Kicillof fue duramente criticada por el gobierno reaccionario de Milei, que es partidario de que los padres no envíen a la escuela a sus hijos si así lo deciden: es decir, un agente confeso de la eliminación de la educación pública obligatoria. Lo mismo hizo la derecha del PRO que, en la voz de Alejandro Finocchiaro, ex ministro de educación de Macri, rechaza la eliminación de la repitencia. Es el muerto que se ríe del degollado: al final de su gestión tuvo los índices de abandono y repitencia escolar más altos hasta ese momento. La indignación de esta derecha asimilada por completo a Milei, sin embargo, es solo una puesta en escena. Los cambios en la secundaria bonaerense fueron aprobados por unanimidad en el Consejo de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, integrados por el oficialismo peronista y por toda la oposición, con el voto de consejeros de la UCR y del PRO. Estás modificaciones se dan en el momento donde el gobierno con el aval del PRO, radicales, PJ y los gobernadores buscan avanzar en declarar la educación como servicio esencial, con el objetivo de atacar el derecho a huelga docente para seguir avanzando en la destrucción de la educación pública, las condiciones de trabajo de la docencia y de enseñanza en las escuelas.
¿Se elimina la repitencia?
A partir de este nuevo régimen académico, solo se repite la materia no acreditada, aquella en laque no se haya alcanzado una nota de 7 como mínimo en el cuatrimestre, en un esquema que permite tener pendientes hasta cuatro materias por año que, para aprobar, obliga a lxs estudiantes a desenvolver un breve período de “intensificación” en cuatro instancias (lo que hasta ahora solamente era en los periodos de diciembre-febrero). Luego de la “intensificación”, hay que aprobar la materia con un mínimo de 4.
Esto permite que lxs estudiantes cursen el resto de las materias de años siguientes. Al año siguiente, no podrá cursar más materias de las establecidas y con un máximo de hasta 12 por año. Así, toda materia que debe ser recursada le saca lugar a una nueva por cursar. La organización de ese entramado de materias se organizará para cada estudiante en esa situación por un nuevo “Equipo de Definición de Trayectorias Educativas” (EDTE), conformado en cada turno por el equipo directivo de la escuela, todas/os las/os integrantes del Equipo de Orientación Escolar (EOE), una/un preceptora/or cada seis secciones, una/un docente cada seis secciones, que, junto al estudiante y la familia, establecerán qué materias se dejan para más adelante. Este EDTE se reunirá solamente tres veces al año y su designación es por parte del equipo directivo.
El formato de acreditación por materias en vez de por años no resuelve las dificultades que sufren Ixs estudiantes, en particular de las/os chicas/os de menores recursos, que son quienes abandonan en un mayor porcentaje, ni elimina la repitencia, pero es claramente más racional, no obliga a volver a cursar todo un año en el cual se han aprobado la mayoría de las materias, y aminora la tendencia al abandono escolar.
Currícula más devaluada, mayor precarización y sobrecarga laboral
Los documentos dados a conocer por DGCYE, señalan que este cambio de régimen académico garantiza para Ixs estudiantes la “justicia curricular”. Puro verso. Esa “justicia curricular” no es otra cosa que aceptar que los que más dificultades tienen accedan a aprendizajes de menor alcance, en lugar de resolver los inconvenientes que impiden un normal desempeño escolar, tales como la falta de viviendas dignas, alimentación, becas que permitan sostener la cursada, etc.
Efectivamente, el objetivo es explícitamente mezquino. Es decir, armar “trayectorias educativas” que no superen los límites de aprendizaje de los más desfavorecidos sino que se adapten a ellos.
Este “te enseño lo que se pueda” y no lo que necesites será desenvuelto con docentes que harán un mero “acompañamiento” y que serán parte de los que actúen como profesor de
apoyo en los breves períodos de “intensificación”, igual que lo que se hizo durante la pandemia que, Sileoni y Kicillof, señalan que hay que poner en “valor”. Esos eran Ixs docentes Forte (Programa especial para el Fortalecimiento de las Trayectorias Educativas), que estaban por fuera del Estatuto Docente, sin continuidad y con desempeño a término.
Ahora ni se habla de nuevos cargos, sino de el EDTE que solamente actuaría en tres momentos del año, sin establecer sueldo.
Lo que sí es seguro que esa puesta en “valor” de Kicillof y Sileoni es sobrecarga laboral docente y mayor precarización.
Además, el sexto año será enteramente destinado a la realización de pasantías, una repetición del esquema impuesto por Macri con el llamado “Plan Maestro”, que eliminó el 5to año y lo transformó en entrenamientos de explotación vil de los y las estudiantes en todo tipo de empresas y hasta en la represora Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Más ajuste sobre las escuelas y nuestras condiciones de trabajo
La precariedad de la infraestructura escolar bonaerense y la falta adecuada de instituciones educativas, la falta de presupuesto, los salarios de pobreza, la mayor sobrecarga laboral hacen imposible ordenar este caleidoscopio que propone Sileoni.
¿Dónde y cuándo volverán a cursar quienes tengan varias materias para acreditar, sin aulas ni docentes que se puedan hacer cargo? ¿En qué condiciones y con qué salario trabajarán las y los docentes? ¿Cuántas escuelas serán construidas para desenvolver esta casi duplicación del servicio educativo que se plantea? Sileoni no tiene la respuesta, salvo el planteo de la improvisación con 4 modelos que deben establecer las escuelas.
Lo que sí está claro es la eliminación de las condiciones laborales docentes que de hecho se viene impulsando con el ataque al Estatuto Docente. Al mismo tiempo, en sintonía con el planteo de esencialidad educativa, el documento de DGCYE habla que la “asistencia es un aspecto formativo y de enseñanza”, sin tomar en cuenta las condiciones en las que están las escuelas. Además, es una forma de atacar el paro docente: Kicillof y Sileoni el año pasado injustificaron los días de paro multicolor y la campaña de Bara- del es que solamente en las aulas se lucha. Son defensores de la esencialidad en los hechos.
Un planteo de salida
Ni “la letra con sangre entra” que promueven los derechistas, ni el falso esquema de KiciIlof-Sileoni buscan potenciar la educación de los hijos de lxs trabajadores.
Si Ixs estudiantes no tienen las condiciones materiales y sociales básicas se chocarán con la misma piedra de las dificultades, materia por materia. Si las familias están cada vez más hundidas en la pobreza y/o la indigencia no contarán con los elementos básicos para colaborar con la educación de sus hijos, y sin escuelas y con docentes bajo la línea de pobreza no existe educación posible.
Tomemos la jornada para establecer mandatos y organizarnos para luchar por una educación al servicio de las necesidades de la clase obrera. En ese camino planteamos: Derrotemos el plan motosierra antieducativa de Milei y los gobernadores; fuera el FMI. No al pago de la deuda externa usuraria; No a la esencialidad educativa y en defensa del derecho a huelga; aumento del presupuesto educativo; inmediata reposición del Fonid y de todos los fondos nacionales recortados por Milei y que, mientras tanto, las provincias lo paguen; educación pública, gratuita, laica, científica, no dogmática; no a las reformas antieducativas y privatistas. Acceso a todos los niveles educativos para las/os hijes de las y los trabajadores; elaboración de políticas y programas educativos en manos de la docencia y la comunidad educativa, construcción de todas las escuelas necesarias para todos los niveles; comedores escolares universales y con dieta que sostenga las necesidades alimentarias de Ixs estudiantes. Por un salario docente igual a la canasta familiar por cargo indexado por inflación, respeto de todas las categorías salariales estatutarias. Basta de precarización a los trabajadores de la educación y ataque a los derechos del estatuto docente; canasta educativa universal de $ 60.000, indexada por inflación para cada estudiante; transporte gratuito y distribución gratuita de libros escolares y de lectura para estudiantes y docentes; equipos de orientación en todas las escuelas.
Por un plan de lucha con paros progresivos hasta derrotar el ajuste de Milei y de todos los gobernadores
Julio 2024
TRIBUNA DOCENTE en la MULTICOLOR