En el mes de mayo hemos visto como se vienen profundizando de manera exponencial los hechos de violencia hacia las y los trabajadores de las escuelas en toda la provincia.
Uno de los hechos más graves ocurrió en la ciudad de Neuquén en el IFD 12 donde tres docentes fueron brutalmente agredidas causando heridas graves, por parte de una familia de una estudiante.
Otros hechos de violencia se replicaron en pocos días en el interior de la provincia. Centenario, Plottier, Mariano Moreno, Zapala, Cutral- Co, Plaza Huincul, San Martín de los Andes, etc.
No son hechos aislados, todos son consecuencia de la demonización y desvalorización de la tarea docente impulsadas por los gobiernos nacional y provincial.
Ante estos hechos violentos también lo que ha crecido es la indignación, el malestar y la preocupación de miles de docentes.
La muestra de ello son las históricas y masivas movilizaciones de rechazo a esa violencia que hubo en Zapala, Cutral Có-Plaza Huincul o los paros en las escuelas agredidas.
Esto nos conduce a sacar dos conclusiones: que la principal respuesta es la acción colectiva y sindical. Por eso son necesarias asambleas en todas las seccionales y un plan de lucha que deje en claro que no se toleran más agresiones.
Las respuestas en algunas seccionales ante estos hechos de violencia retoman el ejemplo de lo sucedido en el IFD 12 de la ciudad de Neuquén, cuando la seccional recuperada de ATEN Capital convocó a un cese de las actividades y movilización, que terminó arrastrando a la conducción provincial, que tuvo que llamar a parar en toda la provincia, cuando la actual secretaria adjunta Cintia Galeto había señalado que no había razones para convocar a un paro.
Sobran condiciones para convocar a asambleas y discutir una medida colectiva contra el gobierno para que se den las garantías de seguridad laboral.
El camino elegido por la conducción provincial al negarse a una respuesta general del sindicato y reemplazarla por una vía parlamentaria (proyecto de ley), es una vía muerta e impotente.
Su planteo es concentrar la expectativa en el proyecto de ley presentado por el TEP en la Legislatura, cuando normativas y protocolos contra la violencia hacia nosotras/os, ya hay muchas. Lo que necesitamos es una respuesta urgente, tenemos compañeras/os agredidos a los cuales la ART les niega las licencias por accidente laboral ante estas situaciones.
No podemos depender solo de la presentación de un proyecto a quienes nos condenan a esta realidad y vienen de votar la nefasta ley que recorta el régimen de licencias, denunciándonos por “vagos” y “abusadores”. Un ángulo predilecto del gobernador Figueroa.
Lo que necesitamos es un llamado a asambleas para debatir y definir un plan de lucha para darle una respuesta colectiva al gobierno y a la complicidad del conjunto del régimen, incluida la Legislatura.
En Neuquén, trabajar en una escuela se ha transformado en un riesgo. A ese nivel de gravedad se ha arribado a partir de una campaña gubernamental donde libertarios, kirchneristas y “neuquinizantes” se colocan todos del mismo lado.
Por asambleas en toda la provincia para discutir colectivamente una solución a la inseguridad creciente.