El inicio de clases está atravesado por la declaración de guerra de Javier Milei a la docencia
y a la Educación Pública. En Jujuy, Carlos Sadir decidió acompañar la motosierra de Milei
con un “aumento” de apenas 30%.
Sin embargo, no tenemos una respuesta de los docentes a la altura de la magnitud
del ataque. Muchos colegas explican que en las escuelas existe un balance negativo de la
lucha del 2023, producto de los brutales descuentos y el “exceso” del paro indeterminado.
Otros señalan que hay una expectativa con Milei. Como Tribuna Docente proponemos
retomar el debate del balance como insumo para lo que se viene.
La huelga docente triunfó
Para elaborar un balance, es necesario recorrer como se llegó a la huelga. Morales logró,
por 6 años consecutivos, imponer a los docentes paritarias a la baja, sin ninguna respuesta
contundente de los gremios docentes (ADEP y CeDEMS).
La huelga del año pasado rompió el techo paritario de Morales y logró un aumento del 100%
que recompuso el básico docente. Semejante aumento después de años de pérdida
significa un triunfo de magnitud, pero no solamente fue un logro salarial. La lucha docente
fue la primera huelga de masas contra Morales y confluyó con una lucha más general contra
la reforma constitucional. El Jujeñazo fue el final de la carrera política de Morales, que
apenas un mes antes había arrasado en las elecciones.
Claves del triunfo
Es indudable que la clave fue la masividad docente en la calle y el apoyo de la comunidad,
dando un golpe de nocaut a Gerardo Morales.
El punto de inflexión, fue la recuperación del CeDEMS que estaba copado por Gerardo
Morales. La pelea del activismo superando proscripciones se logró expulsar a la burocracia
sindical y darle aire fresco al movimiento popular jujeño. Con una nueva conducción se
destapó la olla de la bronca acumulada tanto en los docentes nucleados en el CeDEMS,
como en la base de ADEP, que arrancaron el paro por tiempo indeterminado.
La recuperación del CeDEMS confirma lo estratégico de expulsar a la burocracia sindical.
Esta conclusión deja planteada la pelea por recuperar ADEP que tendrá elecciones a
fin de año. Tribuna Docente propone un frente único, desde las escuelas, con todas
las agrupaciones independientes para conquistar una nueva dirección en ADEP.
Otra clave fue la confluencia con la lucha contra la reforma constitucional reaccionaria, que
fortaleció el reclamo docente y evitó un aislamiento que hubiera permitido mayores
márgenes de maniobra al Gobierno. Contrario a lo que creen algunos sectores, que unirse
con otras luchas le resta fuerza a un reclamo, en realidad lo refuerza.
¿Cuáles fueron los límites de la huelga? Conclusiones para derrotar la motosierra de
Milei y Sadir ahora
El balance negativo de una parte de la docencia, se produce por no haber visto en sus
bolsillos el aumento, como consecuencia de los descuentos impuestos por Morales.
A lo largo de la huelga, nunca se pudo superar la división sindical que lleva décadas de
ADEP y CeDEMS. La división por niveles es un arma del gobierno para partir las
negociaciones, y quebrar derechos laborales con distintos ítems salariales según nivel o
especialidad.
Había unidad de acción en la calle, pero división a la hora de deliberar y votar. La
conducción de ADEP, desbordada, intentó despegarse de la conducción del conflicto
apostando al desgaste de la propia base y echarle culpas al activismo “radicalizado” por los
descuentos. Esta orientación acompañaba a la celeste de CTERA que le dió la espalda al
conflicto y solo apareció al final, para fortalecer a un PJ desprestigiado y sacar provecho
electoral contra Morales que era candidato a vicepresidente.
La nueva conducción del CeDEMS se ganó la referencia del conflicto, pero no tuvo la
perspectiva de unificar a la docencia pudiendo dar un golpe letal al gobierno y conquistando
demandas históricas, con el argumento que los estatutos del sindicato no permiten ese tipo
de instancias.
Los sindicatos deben ser un instrumento de lucha de los trabajadores contra el estado y las
patronales, y por lo tanto sus métodos organizativos tienen que estar a disposición de la
lucha y la democracia sindical. En el caso de la huelga de junio, las asambleas masivas
podrían haber votado impulsar asambleas unificadas de toda la docencia para potenciar la
lucha hasta ganar. Esta perspectiva hubiera sido fundamental para anular los descuentos y
el presentismo, logrando un triunfo mayor.
El desenlace del conflicto es conocido. En asambleas separadas CeDEMS acordó la oferta
del gobierno y tuvo el aumento sin descuentos, y ADEP continuó, pero ya debilitado por el
desgaste y el acuerdo de CeDEMS. Desde Tribuna Docente rechazamos un balance
por separado porque la situación de la docencia será la misma más allá del
descuento para algunos. El triunfo es de todos y los límites también. Tomarlo de otra
manera es una visión antojadiza y corporativa.
Estos límites los vemos hoy a la hora de enfrentar a Milei. Rechazar o aceptar la propuesta
del gobierno, sin impulsar un plan de lucha no cambia la ecuación. El desafío es poner en
pie nuevamente a la docencia jujeña.
Para finalizar, una propuesta de Tribuna Docente
No hay tiempo que perder. Le proponemos a todas las agrupaciones independientes de la
docencia (Marina Vilte, el Hormiguero, 9 de abril), y a las conducciones de ADEP y
CeDEMS, realizar un plenario de base para discutir de manera fraterna el balance de la
huelga y los desafíos de la actualidad.