Ingresando en la última semana de marzo, la lucha de las y los docentes autoconvocados en San Juan aparenta no tener fin. Cuando se lucha por el salario en un contexto inflacionario del 100 % y la burocracia sindical acuerda salarios a la baja, no hay elementos sólidos para avizorar un final próximo. Solamente arrancándo, – una vez más -, al gobierno de Uñac lo solicitado, los docentes empezarán definitivamente el ciclo lectivo.
El lamentable estado edilicio, como ejemplo la falta de agua por robo de una bomba en una escuela de Rivadavia, han obligado a suspender actividades en los establecimientos problemáticos, donde algunos docentes habían comenzado a trabajar. Se desmiente la fantasía del gobierno de Uñac cuyos funcionarios hablan de una provincia ordenada y fiscalmente sólida.
Las medidas de fuerza discutidas y votadas en asambleas organizadas por departamento, se mantienen heroicamente en puntos realmente neurálgicos para el gobierno de Uñac. En el departamento Iglesia, al norte de la provincia, un grupo sostiene una acción en el acceso a la mina Veladero, un bastión del gobierno por su elección de la industria de la megaminería contaminante como eje económico de la primarización productiva de los recursos no renovables de San Juan. En los medios periodísticos oficialistas han montado una campaña para intentar generar un choque entre trabajadores, promoviendo con un cinismo típico de la clase capitalista, la colisión de los derechos de reclamar y de trabajar. Nuestros activistas señalan hechos concretos de solidaridad de clase, cuando coinciden los trabajadores en la comprensión común de su calidad de explotados del sistema capitalista.
Entre la población prima la aceptación del reclamo docente, a pesar de las acciones de los medios periodísticos que viven de pauta oficial, que atacan furiosamente a las y los educadores en lucha.
La campaña electoral para las elecciones provinciales del próximo 14 de mayo, ya empezó.
La cuestión docente es punto de coincidencia en el frente oficialista (peronismo), como en la amplia variante macrista. Ambos recurren al silencio, apuestan a imponer la paritaria a la baja firmada por los sindicatos a espaldas de la docencia, y se plantan en la restricción presupuestaria como límite, en un consensuado plan de ajuste para descargar la crisis capitalista en los trabajadores. Nada expresan como salida a un reclamo genuino y masivo. Solamente se ocupan del inicio de una campaña electoral con roscas y generalidades inconducentes para la docencia sanjuanina.
Han reforzado la decisión de descontar del salario los días de huelga, y para apretar a los directivos que no informan la adhesión, han determinado la no liquidación del sueldo a toda la unidad educativa. El gobierno se juega a desgastar la lucha mediante los descuentos, método que ha fracasado en el pasado.
Las y los docentes autoconvocados siguen firmes y con la convicción intacta.
Nuestra intervención apunta a la defensa de las acciones de lucha por el salario, y la necesidad de recuperar los sindicatos hoy en manos de la burocracia. La lucha de la docencia autoconvocada de San Juan empalma con la crisis más general de la paritaria nacional, que está haciendo agua en diferentes provincias.