Defendamos la ESI y nuestras conquistas

Jorge Macri junto a su ministra de Educación Mercedes Miguel, está desarrollando una reforma curricular en el área del nivel primario y en la formación docente orientada al desplazamiento de los espacios curriculares destinados a la Educación Sexual Integral (ESI) para reemplazarlos por lo que se conoce como “Educación Emocional”. Esta reforma se está llevando adelante de forma inconsulta y de espaldas a la docencia y al conjunto de los actores de las comunidades educativas.

¿Qué es la “Educación emocional”?

Es una concepción de la Educación surgida desde una rama de la neurociencia cuya orientación social está dirigida a la formación empresarial de individuos que respondan de forma disciplinada, sumisa y efectiva a un mercado laboral inestable y precario. El fin último de quienes promueven este tipo de educación es que lx individux aprenda a “gestionar sus emociones”.

Educación emocional vs. ESI

La ESI es lo contrario: Por empezar es fruto de una lucha histórica de las comunidades educativas. Se enfoca en el desarrollo de la afectividad y de las emociones en el intercambio con lxs otrxs, entendiendo a cada sujetx como parte de un todo que lx define. Si el rol docente desde el paradigma de la EE es el de enseñar a “gestionar emociones”, dicho rol desde el de la ESI implica ofrecer canales para que las emociones se pongan en juego y se expresen para, de ese modo, poder acompañarlas. La ESI busca promover los vínculos sociales desde la cooperación y la ponderación de la diversidad, la EE promueve el desarrollo individual competitivo desde la meritocracia. En un contexto de caída estrepitosa de las condiciones de vida de la población, no resulta inocente que el GCABA centre los escasos recursos vertidos en Educación en promover un paradigma que fomenta la adaptación ácritica y silenciosa a una realidad cada vez más apremiante.

Tanto el gobierno nacional como el gobierno de la Ciudad desprecian la ESI. Tejen alianzas con sectores oscurantistas a fin de satisfacer la ideología del desprecio a las mujeres, a las infancias, adolescencias y las diversidades sexogenéricas. Defender la  ESI hoy es organizarse en cada escuela y profesorado contra Milei y Macri hasta ganar.

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